Y se fue cada uno a su casa.
El SEÑOR hace anular el consejo de los gentiles, y hace anular las maquinaciones de los pueblos.
Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza; tú reprimirás el resto de las iras.
Los fuertes de corazón fueron despojados; durmieron su sueño, y nada hallaron en sus manos todos los varones fuertes.
Respondieron y le dijeron: ¿No eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se levantó profeta.
Y Jesús se fue al monte de las Olivas.
Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco, y ellos se volvieron a sus casas.