Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y otro es el que siega.
siembre yo, y otro coma, y mis verduras sean arrancadas.
Tú sembrarás, mas no segarás; pisarás olivas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.
porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
Porque cuando los de Israel habían sembrado, subían los madianitas, y amalecitas, y los demás orientales. Subían contra ellos,