Respondió Nicodemo, y le dijo: ¿Cómo puede esto hacerse?
Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Y guiaré a los ciegos por camino, que nunca supieron, les haré pisar por las sendas que nunca conocieron; delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y nunca los desampararé.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón.
Respondió Jesús, y le dijo: ¿Tú eres el maestro de Israel, y no sabes esto?
Le dice Nicodemo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer?
El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde vaya; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne a comer?
Y muchos de sus discípulos oyéndolo, dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?