Les dice Jesús: Llenad estas tinajuelas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello un pequeño pan cocido debajo de la ceniza, y tráemelo; y después harás para ti y para tu hijo.
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: Vino no tienen.
Su madre dice a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
Y estaban allí seis tinajuelas de piedra para agua, conforme a la purificación de los judíos, que cabían en cada una dos o tres cántaros.
Y les dice: Sacad ahora, y presentad al maestresala. Y le presentaron.