Cuando él pues hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya noche.
Porque no duermen ellos , si no hicieren mal; y pierden su sueño, si no han hecho caer.
Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento son sus caminos.
Habiendo estado con vosotros cada día en el Templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.
Respondió Jesús: Aquel es, a quien yo diere el bocado mojado. Y mojando el bocado, lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón.
sus pies son ligeros a derramar sangre;