Mas esto decía Jesús de la muerte de él; y ellos pensaron que hablaba del sueño de dormir.
les dijo: Apartaos, que la muchacha no está muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
Y lloraban todos, y la plañían. Y él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
Dicho esto, les dice después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy a despertarle del sueño.
Le dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, salvo estará.
Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;