Jeremías 20:9

Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre. Pero, fue en mi corazón como un fuego ardiente y metido en mis huesos; trabajé por sufrirlo, y no pude.

Referencias Cruzadas

Salmos 39:3

Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y hablé con mi lengua:

Jeremías 23:29

¿Por ventura mi palabra no es como el fuego, dice el SEÑOR, y como martillo que quebranta la piedra?

Jeremías 23:9

A causa de los profetas mi corazón está quebrantado en medio de mí, todos mis huesos tiemblan; estuve como hombre borracho, y como hombre a quien dominó el vino, delante del SEÑOR, y delante de las palabras de su Santidad.

Jeremías 4:19

¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón; mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.

Jeremías 6:11

Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.

Ezequiel 3:14

Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.

Ezequiel 3:3

Y me dijo: Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Amós 3:8

Bramando el león, ¿quién no temerá? Hablando el Señor DIOS, ¿quién no profetizará?

Jonás 1:2

Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí.

Jonás 1:3

Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagándole su pasaje entró en él, para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del SEÑOR.

Lucas 9:62

Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mirare atrás, es hábil para el Reino de Dios.

Hechos 17:16

Y esperándolos Pablo en Atenas, su espíritu se deshacía en él viendo la ciudad dada a la idolatría.

Hechos 18:5

Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba constreñido por el Espíritu, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.

Hechos 4:20

porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.