Y ahora ¿qué a mí aquí? Dice el SEÑOR: que mi pueblo sea tomado sin por qué; y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice el SEÑOR, y continuamente mi nombre es blasfemado todo el día.
Sus viudas se me multiplicaron más que la arena del mar; traje contra ellos destruidor a mediodía sobre la compañía de jóvenes; hice caer sobre ella de repente ciudad de enemigos y terrores.
Y daré toda la sustancia de esta ciudad, y todo su trabajo, y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá daré en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los tomarán, y los llevarán a Babilonia.
Sabá, y Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos sus leoncillos, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar presa, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
Será por tanto, saqueada su hacienda, y sus casas asoladas; y edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.