Y el príncipe de los maestresalas no se acordó de José, sino que se olvidó de él.
Y aconteció que pasados dos años tuvo el Faraón un sueño: Y he aquí que estaba sobre el río;
Entonces el príncipe de los maestresalas habló al Faraón, diciendo: De mis pecados me acuerdo hoy:
Y dijo el rey: ¿Qué honra y qué grandeza se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él.
Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí.
Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.
He sido olvidado del todo como un muerto; he venido a ser como un vaso perdido.
Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.
los que beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.