Y él no quiso, y dijo a la mujer de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
No veía el príncipe de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque el SEÑOR era con él, y lo que él hacía, el SEÑOR lo prosperaba.
Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma,
Sima profunda es la boca de las extrañas; aquel contra el cual estuviere el SEÑOR airado, caerá en ella.
Así el que entrare a la mujer de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.
para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.