Y parecieron bien sus palabras a Hamor y a Siquem, hijo de Hamor.
Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija, y nos iremos.
Y no dilató el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más honrado de toda la casa de su padre.
Y se oyó la noticia en la casa del Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y agradó a los ojos del Faraón y de sus siervos.