Ve ahora al ganado, y tómame de allí dos cabritos buenas de las cabras, y yo haré de ellos guisados para tu padre, como él ama;
y tú los llevarás a tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su muerte.
Entonces él fue, y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como su padre los amaba.
y hazme guisados, como yo amo, y tráemelo, y comeré; para que te bendiga mi alma antes que muera.
Ahora pues, hijo mío, escucha mi voz en lo que te mando:
Entonces Manoa dijo al ángel del SEÑOR: Te ruego permitas que te detengamos, y aderezaremos un cabrito que poner delante de ti.
Y tomó Isaí un asno cargado de pan, y un cántaro de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por mano de David su hijo.