Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.
Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo hombre sin pelos;
Y le hizo vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía pelos, las pieles de los cabritos de las cabras;
Y se acercó Jacob a su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos son las manos de Esaú.
Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy .
Por la fe también bendijo Isaac a Jacob y a Esaú de lo que habían de ser.