y dio los guisados y pan que había aderezado, en mano de Jacob su hijo.
Entonces él fue, y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como su padre los amaba.
Y le hizo vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía pelos, las pieles de los cabritos de las cabras;
Y él fue a su padre, y dijo: Padre mío; y él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo mío?
y hazme guisados, como yo amo, y tráemelo, y comeré; para que te bendiga mi alma antes que muera.