Y el varón estaba maravillado de ella, callando, para saber si el SEÑOR había prosperado su camino o no.
Y dijo: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
Y dijo: Bendito sea el SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, que no apartó su misericordia y su verdad de mi señor, guiándome el SEÑOR en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
Y él les dijo: No me detengáis, pues que el SEÑOR ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor.
Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?
Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Mas María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.