Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche; y fue la tarde y la mañana un día.
Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Y llamó Dios al extendimiento Cielos; y fue la tarde y la mañana el día segundo.
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; es a saber sementera, y siega, y frío y calor, verano e invierno, y día y noche, no cesarán.
Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corren todas las bestias del monte.
Un día emite palabra al otro día, y una noche a la otra noche declara sabiduría.
Y los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas; que haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol.
Que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz y que creo el mal. Yo soy el SEÑOR, que hago todo esto.
Así dijo el SEÑOR: Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de manera que no haya día ni noche a su tiempo,
Y viendo toda la congregación que Aarón era muerto, le lloraron treinta días todas las familias de Israel.
la obra de cada uno será manifestada, porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego hará la prueba.
Mas todas estas cosas cuando de la luz son impugnadas, son manifestadas; porque la luz es la que manifiesta todo.
porque todos vosotros sois hijos de la luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.