Como antes hemos dicho, también ahora lo decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro Evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os hacen desvanecer; hablan visión de su corazón, no de la boca del SEÑOR.
Y habiendo estado allí algún tiempo, salió, andando por orden la provincia de Galacia, y Frigia, confirmando a todos los discípulos.
Y os ruego, hermanos, que miréis por los que causan disensiones y escándalos fuera de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
Porque deseara yo mismo ser apartado del Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
Así que, pretendiendo esto, ¿quizá de ligereza? O lo que pienso hacer , ¿lo pienso según la carne, para que haya de mí sí, sí y no, no?
Guardaréis de hacer todo lo que yo os mando; no añadirás a ello, ni quitarás de ello.
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os ordene.
Resta, hermanos, que os gocéis en el Señor. A mí, a la verdad, no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
Gozaos en el Señor siempre; otra vez digo: Que os gocéis.