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Referencias Cruzadas

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Esdras 3:11

Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y cantaban, alabando y confesando al SEÑOR, y decían : Porque es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo jubilaba con gran júbilo, alabando al SEÑOR, porque la Casa del SEÑOR era acimentada.

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32 Referencias Cruzadas  

Confesad al SEÑOR, porque es bueno; porque su misericordia es eterna.

y con ellos a Hemán y a Jedutún, y los otros escogidos declarados por sus nombres, para confesar al SEÑOR, porque su misericordia es eterna.

Y tocaban las trompetas, y cantaban con la voz todos a una como un varón alabando y confesando al SEÑOR, cuando alzaban la voz con trompetas y címbalos, e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR, diciendo : Porque es bueno, porque su misericordia es para siempre. Y la Casa fue llena de una nube, la Casa del SEÑOR.

Y cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la Casa, cayeron en tierra en el solado sobre sus rostros, y adoraron, confesando al SEÑOR diciendo : Que es bueno, que su misericordia es para siempre.

Los cabezas de los levitas: Hasabías, Serebías, Jesúa hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y para rendir gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno.

Pararon luego los dos coros en la Casa de Dios; y yo, y la mitad de los magistrados conmigo;

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;

Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Canción de las gradas: de David. SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.

Alabad a JAH, porque es bueno el SEÑOR; cantad salmos a su Nombre, porque es suave.

Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo. Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.

Subió Dios con júbilo, el SEÑOR con voz de trompeta.

Y María les respondía: Cantad al SEÑOR; porque en extremo se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo, y al que en él subía.

Regocíjate y canta, oh Moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

Cantad loores, oh cielos, porque el SEÑOR lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra. Prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está ; porque el SEÑOR redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.

Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.

voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad al SEÑOR de los ejércitos, porque el SEÑOR es bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan sacrificio de alabanza a la Casa del SEÑOR. Porque tornaré a traer la cautividad de la tierra como al principio, dijo el SEÑOR.

¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta Casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

¿Quién eres tú, oh gran monte delante de Zorobabel? Serás reducido a llanura. El sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia a ella.

Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.

Y su misericordia de generación a generación a los que le temen.

Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no daréis grita, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces daréis grita.

Y cuando los sacerdotes hubieron tocado las trompetas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Dad grita, porque el SEÑOR os ha entregado la ciudad.

Y cuando tocaren prolongadamente el cuerno de carnero, así que oyereis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá debajo de sí; entonces el pueblo subirá cada uno en derecho de sí.




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