sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres;
Y vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre;
Entonces sus criados se llegaron a él, y le hablaron, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la hicieras? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
Gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual sois entregados;
Pues si coméis, o si bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;