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Referencias Cruzadas

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Eclesiastés 8:1

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¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de éste hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.

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27 Referencias Cruzadas  

Y ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quién lo declare. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las declaraciones? Contádmelo ahora.

Si tuviera cerca de él algún elocuente anunciador muy escogido, que anuncie al hombre su justicia;

y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.

para entender parábola y declaración; palabras de sabios, y sus enigmas.

Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado.

En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del loco manifiestan su locura hasta el cabo de la tierra.

El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.

El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza.

El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él.

El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente que el Dios vuestro Dios es Dios de dioses, y el Señor de los reyes, y el descubridor de los misterios, pues pudiste revelar este misterio.

Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz.

Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús.

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y da a tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra;

Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.

Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.

y por mí, para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del Evangelio,

gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;

Mas el Señor me ayudó, y me esforzó para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los gentiles oyesen; y fui librado de la boca del león.

Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación;




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