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Referencias Cruzadas

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Daniel 10:6

Biblia Spanish Sagradas Escrituras

y su cuerpo era como piedra de Tarsis (turquesa ), y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de un ejército.

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18 Referencias Cruzadas  

y el cuarto orden, un tarsis (o berilo ), un onix, y un jaspe; estarán engastadas en oro en sus encajes.

Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, como blanco marfil cubierto de zafiros.

Y los animales corrían y tornaban a semejanza de relámpagos.

Y el parecer de las ruedas y su hechura parecía de Tarsis (o de Turquesa ). Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su hechura como es una rueda en medio de otra rueda.

Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, cuando andaban; la voz de la palabra, como la voz de un ejército. Cuando se paraban, aflojaban sus alas.

Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.

Y me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.

Y miré, y he aquí una semejanza que parecía de fuego; desde donde parecían sus lomos para abajo, era fuego; y desde sus lomos para arriba parecía como un resplandor, como la vista de ámbar.

Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz.

Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.

Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, vestido de una nube, y el arco del cielo estaba en su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno ha conocido sino él mismo;

Y escribe al ángel de la Iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino, dice estas cosas:

el quinto, sardónica; el sexto, sardónice; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.




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