Y cuando él hubo abierto el segundo sello, oí al segundo animal, que decía: Ven y ve.
Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con guardia, sellando la piedra.
Y el primer animal era semejante a un león; y el segundo animal, semejante a un becerro, y el tercer animal tenía el rostro como de hombre; y el cuarto animal, semejante a un águila volando.
Y miré cuando el Cordero hubo abierto el primer sello, y oí al primero de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve.
Y cuando él abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo como por media hora.