Mas Josías no volvió su rostro de él, antes se disfrazó para darle batalla, y no escuchó las palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle la batalla en el campo de Meguido.
Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebraica: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es el Señor de señores, y el Rey de reyes; y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles.