Y se volvió aquel día la salud en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo.
Y conociendo Joab hijo de Sarvia, que el corazón del rey estaba por Absalón,
Y dieron aviso a Joab: He aquí el rey llora, y pone luto por Absalón.
Se entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla.
En la luz del rostro del rey está la vida; y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.
Como el bramido del cachorro de león es la ira del rey; y su favor como el rocío sobre la hierba.