Mas ahora que ya es muerto, ¿para qué tengo de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.
Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso tomar consolación, y dijo: Porque yo tengo de descender a mi hijo enlutado hasta la sepultura. Y lo lloró su padre.
Yo voy por el camino de toda la tierra; esfuérzate, y sé varón.
Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
Porque yo conozco que me conduces a la muerte; y a la casa determinada a todo viviente.
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.