Y doy gracias al que me fortificó, a Cristo Jesús, señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
Y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que fuere justo. Y ellos fueron.
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Y cuando fue bautizada, con su casa, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad; y nos constriñó.
Y le dijo el Señor: Ve, porque vaso escogido me es éste, para que lleve mi Nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
Pero Saulo se fortaleció más, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, comprobando que éste es el Cristo.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia hacía mí no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que fue conmigo.
¿Qué pues es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Sino siervos por los cuales habéis creído; y cada uno conforme a lo que el Señor dio.
Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
Por lo cual teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos alcanzado, no faltamos;
porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Y todo lenguaje confiese que el Señor Jesús el Cristo está en la gloria de Dios, el Padre.
Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.
de la cual soy hecho ministro, por la dispensación de Dios la cual me es dada en vosotros, para que cumpla la palabra de Dios;
Pablo, apóstol de Jesús, el Cristo, por mandamiento del Dios salvador nuestro, y del Señor Jesús, el Cristo, esperanza nuestra.
conforme al Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, el cual a mí me ha sido encargado.
A Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y del Cristo Jesús, Señor nuestro.
Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,
Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros.
Mas el Señor me ayudó, y me esforzó para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los gentiles oyesen; y fui librado de la boca del león.
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús, el Cristo, salvador nuestro.
ruego antes por la caridad porque soy tal, es a saber, Pablo ya anciano, y aun ahora preso por amor de Jesús, el Cristo;