Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía; mas le pagaréis la expiación; y entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su mano.
La fiesta de los ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto; y ninguno comparecerá vacío delante de mí.
Pero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de cortar la cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos delante de mí.
Y traerá su expiación al SEÑOR por su pecado que ha cometido, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra por expiación; y el sacerdote lo reconciliará de su pecado.
Tres veces cada año parecerá todo varón tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes cenceños, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y no parecerá vacío delante del SEÑOR:
Y enviaron a juntar todos los príncipes de los filisteos, diciendo: Despachad el arca del Dios de Israel, y vuélvase a su lugar, y no me mate a mí ni a mi pueblo; porque había quebrantamiento de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había allí agravado.
Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón.
Y aconteció que cuando la hubieron pasado, la mano del SEÑOR fue contra la ciudad con gran quebrantamiento; e hirió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides.
Tomaréis luego el arca del SEÑOR, y la pondréis sobre el carro; y poned en una caja al lado de ella las alhajas de oro que le pagáis en expiación; y la dejaréis que se vaya.
Y mirad; si sube por el camino de su término a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, seremos ciertos que su mano no nos hirió, nos ha sido accidente.