Y él se levantó, y se entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel.
Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos; y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.
Y tuvo Ezequías riquezas y gloria mucha en gran manera; y se hizo tesoros de plata y oro, de piedras preciosas, de especias, de escudos, y de todos vasos de desear.
Que la copa está en la mano del SEÑOR, y el vino es bermejo, lleno de mistura; y él derrama del mismo; ciertamente sus heces chuparán y tragarán todos los impíos de la tierra.
Y sabrán todos los árboles del campo que yo, el SEÑOR, abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo, el SEÑOR, hablé e hice.