Enoc, Matusalén, Lamec,
Cainán, Mahalaleel, Jared,
Noé, Sem, Cam, y Jafet.
Por la fe, Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares,