Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
Así que, pues esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigüéis, y que nada hagáis temerariamente;
Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
Mas también si tomares mujer, no pecaste; y si la virgen se casare, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.
Mas, si a alguno parece cosa fea en su hija, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca; cásese.
La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es; cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honestidad;
Pero viudas más jóvenes no admitas, porque después de hacerse licenciosas contra Cristo, quieren casarse.
Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa; que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.