¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; mas también si puedes hacerte libre, procúralo más.
Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados.
Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, judíos o griegos, siervos o libres; y todos bebemos (de una bebida) de un mismo Espíritu.
Cada uno en la vocación en que fue llamado, en ella se quede.
Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es del Cristo.
No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
No lo digo en razón de indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.
Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.
Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente (porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.)
echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros.