Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
Mas como la mujer quiebra la fe de su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh Casa de Israel, dijo el SEÑOR.
Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Y llegándose los fariseos, le preguntaron, si era lícito al marido repudiar a su mujer, tentándolo.
Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.
Y a los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer incrédula, y ella consiente para habitar con él, no la despida.
Pero si el incrédulo se aparta, apártese; que el hermano o la hermana no está sujeto a servidumbre en semejante caso ; antes a paz nos llamó Dios.
Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
Pero más bienaventurada será si se quedare así, según mi consejo; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.
Mas esto digo por permisión, no por mandamiento.