De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia;
Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies.
Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que por amor a él nada hay inmundo; mas a aquel que piensa de alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
Mas no en todos hay esta ciencia, porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, lo comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con acción de gracias;
Porque todas las cosas son limpias a los limpios; mas a los contaminados e infieles nada es limpio; antes su alma y conciencia son contaminadas.