Porque como el relámpago, que resplandece de la región de debajo del cielo, resplandece en lo que esta debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
la obra de cada uno será manifestada, porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego hará la prueba.
para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, para la venida del Señor nuestro Jesús, el Cristo, con todos sus santos.
que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como si el día del Señor estuviera cerca.
Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesús, el Cristo, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas.