Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre él está se derramará.
Y vinieron los fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole.
Y otros, tentándolo, pedían de él señal del cielo.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
Y los judíos respondieron, y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras de que haces esto?
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos hombres:
Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis.