Nadab y Abihú murieron ante Yahveh, en el desierto del Sina, al presentar ante Yahveh un fuego profano, y no dejaron hijos. Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio a las órdenes de Aarón, su padre.
Trae también a tus hermanos, los de la rama de Lev, de la tribu de tu padre, para que se unan a ti y te asistan, cuando tú y tus hijos estéis delante de la tienda del testimonio.
serán en mi santuario los encargados de la guardia de las puertas del templo y tendrán a su cargo el templo, inmolarán el holocausto y el sacrificio para el pueblo y estarán a su disposición para servirle.