Yahveh dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, una vez que yo lo he rechazado para que no sea rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete adonde te env o, a la casa de Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para m '.
Si tu padre nota mi ausencia, dirás: 'David me pidió con insistencia que le dejara hacer una escapada a Belén, su ciudad, porque se celebra all el sacrificio anual de todo el clan'.
Las vecinas le dieron un nombre, diciendo: 'Le ha nacido un hijo a Noem '. Y lo llamaron con el nombre de Obed. Éste fue el padre de Jesé, padre de David.
Dijeron entonces toda la gente que hab a en la puerta y los ancianos: 'Somos testigos. Y conceda Yahveh a la mujer que entra en tu casa llegar a ser como Raquel y como L a, las dos que edificaron la casa de Israel. Hazte poderoso en Efratá y cobra renombre en Belén.
Hizo Samuel lo que le mandó Yahveh y se fue a Belén. Los ancianos de la ciudad salieron tembloros a su encuentro y le dijeron: '¿Llegas en son de paz?'.
Pusiéronse, pues, las dos en camino hasta llegar a Belén. Y cuando entraron en Belén, toda la ciudad se conmovió a causa de ellas. Las mujeres exclamaban: '¿No es ésta Noem ?'.
En cuanto a m, cuando volv a yo de Padán, durante el viaje se me murió Raquel, cerca de Éfrata, en la tierra de Canaán, y all la sepulté, en Éfrata, es decir, Belén'.
Mientras andaba cavilando en ello, un ángel del Se or se le apareció en sue os y le dijo: 'José, hijo de David, no temas llevarte a casa a Mar a tu esposa, porque lo engendrado en ella es obra del Esp ritu Santo.