Después que Yahveh dijo a Job estas palabras, se dirigió a Elifaz de Temán: 'Se ha encendido mi cólera contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado rectamente de m, como mi siervo Job.
Ellos, reiterando sus amenazas, los soltaron. No encontraban manera de castigarlos por causa del pueblo, ya que todos glorificaban a Dios por lo sucedido;
Cuando los nativos vieron el reptil pendiente de su mano, se dec an unos a otros: 'Muy criminal debe de ser este hombre cuando, salvado del mar, la justicia divina no le deja seguir viviendo'.
Y nosotros hemos llegado a conocer y a creer en el amor que Dios tiene por nosotros. Dios es amor: y quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.