Algunos fariseos dec an: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar se ales como éstas?'. Y hab a división entre ellos.
Hab a entre la gente muchos comentarios acerca de él. Unos dec an: 'Pues es un hombre de bien'. [Pero] otros replicaban: 'No; sino que está enga ando al pueblo'.
Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabb, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas se ales que tú haces, si Dios no está con él'.
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no ser an culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a m como a mi Padre.
'Yo tengo un testimonio que es superior al de Juan: las obras que el Padre me ha encomendado llevar a término, estas mismas obras que yo estoy haciendo, dan testimonio en favor m o de que el Padre me ha enviado.
El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús hab a curado en sábado, dirigiéndose al pueblo, dec a: 'Seis d as hay a la semana para trabajar; venid, pues, en ellos para ser curados, pero no precisamente en sábado'.
Pues si uno recibe la circuncisión en sábado para que no se quebrante la ley de Moisés, ¿os irritáis contra m, porque he curado en sábado el cuerpo entero de un hombre?