Cuando el hambre se hizo sentir en todo el pa s de Egipto y el pueblo clamaba al Faraón pidiendo pan, dec a el Faraón a todos los egipcios: 'Id a José, y haced lo que él os diga'.
Hice lo que se me ordenaba: saqué mi equipaje, como equipaje de destierro, de d a; y por la tarde hice un boquete en el muro con mi propia mano. Sal en la oscuridad, llevando el equipaje a la espalda ante sus ojos.