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Referencias Cruzadas

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Juan 2:4

Biblia Castilian 2003

Pero Jesús le responde: '¿Qué nos va a m y a ti, mujer? Todav a no ha llegado mi hora'.

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20 Referencias Cruzadas  

D celes Jesús: 'Mi tiempo no ha llegado todav a, mientras que vuestro tiempo siempre está a punto.

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que hab a llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Estas palabras las dijo junto al tesoro, mientras estaba ense ando en el templo; y nadie le echó mano, porque aún no hab a llegado su hora.

Quer an, pues, prenderlo; pero nadie le echó mano, porque todav a no hab a llegado su hora.

Jesús les respondió: 'Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.

Todo tiene su momento y, cada cosa, su tiempo bajo el cielo:

Y se pusieron a gritar: '¿Qué tienes tú que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Viniste antes de tiempo para atormentarnos?'.

Abisay, hijo de Servia, tomó la palabra y dijo: '¿No va a morir Seme por haber ultrajado al ungido de Yahveh?'.

Pero el rey respondió: '¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Servia? Déjalo que me insulte. Porque si Yahveh le dice: 'Insulta a David', ¿quién podrá decirle: 'Por qué haces eso?''.

D cele Jesús: 'Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?'. Ella, creyendo que era el hortelano, le dice: 'Se or, si tú te lo llevaste, dime dónde lo pusiste, y yo lo recogeré'.

Le dicen ellos: 'Mujer, ¿por qué lloras?'. Ella les responde: 'Porque se han llevado a mi Se or y no sé dónde lo han colocado'.

Pero él les contestó: '¿Por qué me buscábais? ¿No sab ais que ten a que estar en la casa de mi Padre?'.

Entonces le dijo Jesús: '¡Mujer, qué grande es tu fe! Que te suceda como deseas'. Y en aquel mismo momento quedó curada su hija.

el que dijo de su padre y de su madre: no les he visto, el que no reconoce a sus hermanos, y a sus hijos ignora; pues ellos guardaron tu palabra y conservarán tu alianza.

As que nosotros, desde ahora en adelante, a nadie conocemos por su condición puramente humana; y aunque hubiéramos conocido a Cristo por su condición puramente humana, ahora ya no lo conocemos as.

Ella dijo entonces a El as: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has venido a mi para recordar mis culpas y hacer morir a mi hijo?'.

Y como llegó a faltar vino, la madre de Jesús le dice a éste: 'No tienen vino'.

Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido todav a'.




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