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Referencias Cruzadas

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Juan 2:11

Biblia Castilian 2003

Ésta es la primera de las se ales que Jesús realizó en Caná de Galilea. As manifestó su gloria, y sus disc pulos creyeron en él.

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43 Referencias Cruzadas  

Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros. Nosotros vimos su gloria, gloria como de Hijo único que viene del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabb, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas se ales que tú haces, si Dios no está con él'.

Le segu a una gran multitud, porque ve an las se ales que realizaba con los enfermos.

Entonces ellos le replicaron: 'Pues, ¿qué se al vas a dar tú, para que, al verla, creamos en ti? ¿Qué vas a realizar?

Jesús les respondió: 'De verdad os aseguro que me andáis buscando, no porque habéis visto se ales, sino porque habéis comido pan hasta saciaros.

Cuando vieron los hombres la se al que Jesús hab a realizado, dec an: 'Éste es, sin duda, el profeta que iba a venir al mundo'.

Se revelará la gloria de Yahveh y verá todo mortal a la vez que la boca de Yahveh ha hablado.

Porque el momento pasajero de nuestra tribulación va produciendo en nosotros un peso eterno de gloria cada vez más inmenso.

Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Esto dijo Isa as, porque vio su gloria y habló de él.

A pesar de haber realizado Jesús tantas se ales en presencia de ellos, no cre an en él.

Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la pascua, muchos, viendo las se ales que realizaba, creyeron en su nombre.

Jesús le contestó: '¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera, ya crees? Mayores cosas que éstas has de ver'.

publicad entre las gentes su renombre y en todas las naciones sus portentos.

Os escribo estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

Llegó, pues, nuevamente a Caná de Galilea, donde hab a convertido el agua en vino. Hab a en Cafarnaún un funcionario de la corte que ten a un hijo enfermo.

a fin de que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envió.

Anda, pues, y come con gozo tu pan y bebe tu vino, porque ya Dios se ha complacido en tu conducta.

bendito eternamente su renombre y que la tierra toda se llene de su gloria. Amén, amén.

y me dijisteis: 'Yahveh, nuestro Dios, nos ha hecho ver su gloria y su grandeza, y hemos o do su voz de en medio del fuego. Hoy hemos visto que Dios puede conversar con el hombre, y éste seguir con vida.

Y si aún no te creen por estas se ales ni oyen tu voz, sacarás agua del r o y la derramarás sobre la tierra seca, y el agua que hayas sacado del r o se volverá sangre en la tierra seca'.

Porque Dios que dijo: 'De entre las tinieblas brille la luz', Él es quien hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.

Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Se or, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Se or, que es Esp ritu.

y me alegro de no haber estado all, por vosotros: para que creáis. Pero vayamos a su casa'.

Porque la ley fue dada por medio de Moisés y por Jesucristo vino la gracia y la verdad.

Si no escucháis y no hacéis la intención firme de dar gloria a mi nombre - dice Yahveh Sebaot -, lanzaré contra vosotros la maldición y maldeciré vuestras bendiciones. Las maldeciré porque ninguno de vosotros lo hacéis de corazón.

Israel vio el gran poder que hab a desplegado Yahveh contra Egipto, y el pueblo temió a Yahveh, y creyó en Yahveh y en Moisés, su siervo.

La mujer dijo entonces a El as: 'Ahora reconozco que eres un varón de Dios, y que la palabra de Yahveh está verdaderamente en tu boca'.

Al d a siguiente, Jesús determinó salir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: 'S gueme'.

Tres d as después se celebró una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba all.

abandonó Judea y se fue de nuevo a Galilea.

Ésta fue la segunda se al que realizó Jesús, cuando volvió de Judea a Galilea.

Entre el pueblo, hubo muchos que creyeron en él y que dec an: 'Cuando llegue el Cristo, ¿acaso hará más se ales de las que ha hecho éste?'.

Algunos fariseos dec an: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar se ales como éstas?'. Y hab a división entre ellos.

Acudieron a él muchos, que dec an: 'Juan no realizó se al alguna; pero todo lo que él dijo acerca de éste, era verdad'.

Los pont fices y los fariseos reunieron el sanedr n y dec an: '¿Qué hacemos, en vista de que este hombre realiza tantas se ales?

Y por eso salió la gente a su encuentro: porque oyeron que él hab a realizado esta se al.

porque el Padre mismo os ama, ya que vosotros me habéis amado y habéis cre do que yo he salido de Dios.

Ahora vemos que todo lo sabes y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios'.




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