Porque, si después de haber huido de las impurezas del mundo por el conocimiento del Se or y Salvador Jesucristo, de nuevo se enredan en ellas y son vencidos, su situación última será peor que la primera.
De nosotros salieron, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros se habr an quedado con nosotros. Sin embargo, con esto se ha puesto en claro que no todos son de los nuestros.
Di: 'As dice el Se or Yahveh: ¿prosperará? ¿No arrancará sus ra ces el águila? ¿No se arrugará su fruto y se secará?'. Se secarán todos sus renuevos; no hará falta un brazo fuerte ni un pueblo numeroso para arrancarla de ra z.
pero tú yaces arrojado, sin sepulcro, como tronco detestado, cubierto de muertos traspasados a espada, como cadáver hollado. Ellos bajaron a tumbas de piedra;
Pero los cobardes, los incrédulos, los culpables de abominación, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, compartirán el lago que arde con fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte'.