Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Apocalipsis 2:3

Biblia Castilian 2003

Tienes constancia y has sufrido por mi nombre sin desfallecer.

Ver Capítulo Copiar

49 Referencias Cruzadas  

Necesitáis constancia, para que, después de cumplir la voluntad de Dios, obtengáis lo prometido,

As, pues, también nosotros, rodeados de tan gran nube de testigos, arrojemos todo lastre y el pecado que nos acosa y corramos con constancia la carrera que se nos presenta,

No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.

para que, fortalecidos bajo todos los aspectos, según el poder de su gloria, con ánimo constante y llenos de alegr a,

Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Porque has guardado la consigna de mi constancia, también yo te guardaré en la hora de la prueba que va a venir sobre todo el mundo para probar a los que habitan sobre la tierra.

Y as fue como Abrahán, a fuerza de constancia, consiguió la promesa.

que no seáis remisos, sino que imitéis a los que por la fe y la constancia han heredado las promesas.

Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado por su nombre, cuando ya antes servisteis al pueblo santo y lo segu s sirviendo ahora.

nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en Dios vivo, que es salvador de todos los hombres, muy especialmente de los creyentes.

Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.

Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando d a tras d a.

Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.

Vivid gozosos en la esperanza, firmes en la tribulación, constantes en la oración.

Pero, si estamos esperando lo que no vemos, con constancia y con ansia lo aguardamos.

Quien no lleva su cruz y viene tras de m no puede ser mi disc pulo.

descansa en el Se or y espera en él. No te irrite el que triunfa en sus designios ni el que tiene por arte la asechanza.

Yo, Juan, vuestro hermano y compa ero en la tribulación, en el reino y en la constante espera de Jesús, estuve en la isla llamada Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.

al conocimiento la templanza, a la templanza la constancia, a la constancia la piedad,

ante Dios, nuestro Padre, recordamos la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la constancia de vuestra esperanza en nuestro Se or Jesucristo.

¿Son servidores de Cristo? Lo diré como quien delira: ¡mucho más lo soy yo! Más en trabajos, más en cárceles, much simo más en palizas; y, frecuentemente, en peligros de muerte.

Por eso también nuestra ambición es serle gratos, tanto si estamos domiciliados como si estamos exiliados.

a quienes, siendo constantes en el bien obrar, buscan gloria y honra e inmortalidad, les dará vida eterna;

Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que ten an de orar siempre y de no cansarse nunca.

Lo de la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la retienen y por su constancia dan fruto.

Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, cargados con su oprobio;

Los presb teros que desempe an bien su cargo merecen doble honorario, sobre todo los que trabajan en la palabra y en la ense anza.

ni comimos gratis el pan en casa de nadie, sino que con nuestros esfuerzos y sudores trabajamos d a y noche, para no ser gravoso a ninguno de vosotros.

Que el Se or dirija vuestros corazones al amor de Dios y a la perseverante espera de Cristo.

Recordad, si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas: trabajando, d a y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros, proclamamos entre vosotros el evangelio de Dios.

Y a ti te ruego, mi sincero S zigo, que les ayudes, ya que ellas me asistieron en la lucha por el evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores m os, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.

llevando levantada en alto la palabra de la vida. Esto me servirá de gloria en el d a de Cristo, ya que no habré corrido en vano, ni en vano habré trabajado.

Ayudaos los unos a llevar las cargas de los otros, y as cumpliréis la ley de Cristo.

Nuestra jactancia no nos lleva a traspasar la medida aprovechándonos de trabajos ajenos; por el contrario, tenemos esperanza de que, creciendo la fe entre vosotros, creceremos hasta el desbordamiento de nuestra medida,

en palizas, en cárceles, en tumultos, en fatigas, en desvelos, en ayunos;

Saludad a Trifena y a Trifosa, que tanto afán ponen en el servicio del Se or. Saludad a la car sima Pérside, que tanto trabajó en el Se or.

A fuerza de constancia salvaréis vuestras vidas.

Y a un hombre que pasaba por all, que volv a del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo obligan a llevarle la cruz.

Soportaré la ira de Yahveh, pues pequé contra Él, hasta que juzgue mi causa y falle mi juicio. Luego me sacará a la luz y veré su justicia.

No se humillen por m los que en ti esperan, Adonay Se or de los ejércitos, ni se azoren por m los que te buscan, oh Dios de Israel.

Os rogamos, hermanos, que reconozcáis el esfuerzo de quienes trabajan entre vosotros, están al frente de vosotros en el Se or y os reprenden.

Sed deferentes con ellos y con todos los que colaboran y trabajan.

Y respondió Simón: 'Maestro, toda la noche hemos estado bregando, pero no hemos pescado nada, sin embargo, puesto que tú lo dices, echaré las redes'.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios