Éste es el que viene por agua y sangre, Jesucristo; no en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre. Y de ello da testimonio el Esp ritu, porque el Esp ritu es la verdad.
¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del esp ritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para que rindamos culto al Dios vivo!
Cuando venga él, el Esp ritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena; porque no hablará por cuenta propia, sino que dirá todo lo que él oye y os explicará lo que está por venir.
el Esp ritu de la verdad a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque con vosotros permanece y en vosotros estará.'
Yo le respond: 'Se or m o, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestidos y los han blanqueado en la sangre del Cordero.
Y cantan un cántico nuevo, diciendo: 'Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y rescataste para Dios con tu sangre a hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación.
santificados por el Esp ritu, según el previo designio de Dios Padre, para recibir el mensaje de Jesucristo y la aspersión de su sangre: que abunden en vosotros la gracia y la paz.
pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.
Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os he mandado ponerla sobre el altar para que exp e por vuestras vidas, pues es la sangre la que exp a por la vida.
no nos salvó por las obras de justicia que hubiéramos realizado nosotros, sino, según su misericordia, por el ba o regenerador y renovador del Esp ritu Santo,
Jesús le respondió: 'Si conocieras el don de Dios: quién es el que te dice 'dame de beber', ser as tú la que le habr as pedido y él te habr a dado agua viva'.
y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre
Con ella se simboliza el bautismo que ahora os salva y que no consiste en quitar una impureza corporal sino en pedir a Dios una conciencia buena, todo ello por la resurrección de Jesucristo
¿de cuánto más duro castigo pensáis que será reo el que ha pisoteado al Hijo de Dios, ha tenido por impura la sangre de la alianza con la que fue consagrado y ha ultrajado al Esp ritu de la gracia?
al que Dios públicamente presentó como medio de expiación por su propia sangre, mediante la fe, a fin de mostrar su justicia al pasar por alto los pecados cometidos anteriormente,
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como sacrificio de purificación por nuestros pecados.
Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.
Apenas bautizado Jesús, salió en seguida del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Esp ritu de Dios descender, como una paloma, y venir sobre él,