Pero yo os digo: respecto a todo aquel que se declare en mi favor delante de los hombres, el Hijo del hombre también se declarará en favor suyo delante de los ángeles de Dios.
En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que desde el principio habéis o do. Si permanece en vosotros lo que habéis o do desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.