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Joel 1:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 También lloran los sacerdotes que están al servicio de Dios, pues ya nadie lleva al templo ofrendas de vino y de cereales.

Onani mutuwo Koperani


Mabaibulo enanso

Biblia Reina Valera 1960

9 Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pues no hay grano ni vino para ofrecer en el templo del Señor. Por eso los sacerdotes están de luto; los ministros del Señor están llorando.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No hay fruto que ofrecer en la Casa de Yavé, de duelo están los sacerdotes al servicio de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 En la Casa de YHVH se ha quitado la ofrenda y la libación, Los sacerdotes hacen duelo, Los ministros de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Oblación y libación desapareció de la casa de Yahveh. Guardan luto los sacerdotes, ministros de Yahveh.

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Joel 1:9
10 Mawu Ofanana  

¡Que vengan los sacerdotes, los servidores de Dios! Que se paren ante el altar, y con lágrimas en los ojos oren de esta manera: “¡Dios nuestro, perdona a tu pueblo! ¡No permitas que las naciones nos desprecien y nos humillen! No permitas que con tono burlón nos pregunten: ‘¿Dónde está su Dios?’”


»¡Tal vez Dios decida perdonarnos! ¡Tal vez nos dé en abundancia vino y cereal para las ofrendas!


»Ustedes, los sacerdotes, que sirven a Dios en el altar, pónganse ropa de luto y pasen la noche llorando, pues ya nadie trae al templo ofrendas de vino y de cereales.


»Ustedes serán llamados “Sacerdotes de Dios”, “Fieles servidores de Dios”. Disfrutarán de las riquezas de las naciones y se adornarán con sus magníficas joyas.


»En nuestra propia cara nos quitaron la comida; nos quitaron la alegría de estar en el templo de nuestro Dios.


Ruedan por mis mejillas lágrimas que no puedo contener. Cerca de mí no hay nadie que me consuele y me reanime. Mi gente no puede creer que el enemigo nos haya vencido.


Ruido ya no se escucha en tus portones, Jerusalén. ¡Qué triste es ver tus calles desiertas! Los sacerdotes lloran y las jóvenes se afligen. Todo en ti es amargura; ya nadie viene a tus fiestas.


»Nosotros, al contrario, adoramos a nuestro Dios, y no lo hemos traicionado. Nuestros sacerdotes son los descendientes de Aarón, y sus ayudantes son de la tribu de Leví, a quienes Dios eligió para que le sirvieran.


»De entre todos los israelitas, yo he elegido a tu hermano Aarón y a sus hijos Itamar, Nadab, Abihú y Eleazar, para que sean mis sacerdotes. Así que ordénales que se mantengan cerca de ti.


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