Biblia Todo Logo
Baibulo la pa intaneti

- Zotsatsa -





Éxodo 33:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

22 Cuando pase yo delante de ti, te colocaré en un hueco de la roca y te taparé los ojos con mi mano, hasta que haya pasado.

Onani mutuwo Koperani


Mabaibulo enanso

Biblia Reina Valera 1960

22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.

Onani mutuwo Koperani

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Cuando pase mi gloriosa presencia, te esconderé en la grieta de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.

Onani mutuwo Koperani

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 al pasar mi Gloria, te pondré en el hueco de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.

Onani mutuwo Koperani

La Biblia Textual 3a Edicion

22 y sucederá que cuando pase mi gloria, te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con la palma de mi mano hasta que haya pasado.

Onani mutuwo Koperani

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Cuando pase mi gloria, te meteré en la hendidura de la roca y te cubriré con la palma de mi mano hasta que yo haya pasado.

Onani mutuwo Koperani




Éxodo 33:22
12 Mawu Ofanana  

Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso.


solo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos.


Cristo los acompañaba, y era la roca espiritual que les dio agua para calmar su sed. De esa agua espiritual bebieron todos.


brindarán protección y refugio contra los ataques enemigos, contra los tiempos difíciles, y contra la corrupción.


2 (3) Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite!


Mi amado es un manzano entre árboles silvestres. ¡Me muero por sentarme a su sombra y saborear sus deliciosos frutos!


A la tribu de Benjamín le dijo: «Dios te ama y te protege; ¡Dios siempre habitará en tus montañas!»


Allí encontró una cueva y se quedó a pasar la noche. Pero Dios le habló de nuevo y le preguntó: —¿Qué estás haciendo acá, Elías?


Dios hizo que mis palabras fueran poderosas como flechas, como espadas afiladas. Dios me protegió, me cuidó,


»Yo les dije lo que deben decir, y los protegeré con mi poder. Yo he extendido los cielos y afirmado la tierra, y ahora digo: “Habitantes de Jerusalén, ¡ustedes son mi pueblo!”»


Titsatireni:

Zotsatsa


Zotsatsa