Dios Celoso.
Sugiere que Dios nos mira con amor y atención, como un fiel y apasionado esposo cuida de su prometida.
Éxodo 20:5
Los primeros cuatro de los diez mandamientos, hablan de nuestro deber hacia Dios. Es adecuado que estos se pusieran primero, porque el hombre tuvo un Hacedor para amar antes de tener a un prójimo para amar. No puede esperarse que sea veraz con su hermano, aquel que es falso con su Dios. El primer mandamiento se refiere al objeto de adoración, JEHOVÁ, y solo a Él. Aquí se prohíbe adorar criaturas pero el mandamiento alcanza mucho más allá. Aquí se prohíbe amar, desear, deleitarse o esperar algo bueno de cualquier complacencia pecaminosa. Este mandamiento transgrede todo lo que no sea amor, gratitud, reverencia o adoración perfecta. Todo lo que hacéis, hacedlo todo para la gloria de Dios. Si usted es un creyente, el Señor es celoso de su amor. Él no puede soportar que otra cosa tome el primer lugar en nuestras vidas. Si Él nos compró con su propia sangre, entonces Él no puede soportar que usted crea que pertenece a este mundo. Él no puede soportar todo lo que se interponga entre él y el amor de nuestros corazones. Él está celoso de su confianza. Él no permitirá que usted confíe en este mundo.
Jesús es nuestro abogado defensor.
Cristo es nuestro consejero admirable ante Dios. Él es nuestro mediador e intercesor que nos calma, nos consuela y nos aconseja. Como nuestro abogado ante Dios, Él nos defiende ante el tribunal de la justicia de Dios y se ofrece a sí mismo como pago de nuestras transgresiones. Cristo mismo es por lo tanto identificado como aquella “maravilla” (admirable) porque podríamos decir que Cristo es “la maravilla de Dios en persona” – “el hombre maravilla”. No solamente es Cristo la más grande “maravilla de Dios” sino que es Él mismo quien ha hecho y haría “maravillas” en el pueblo. Consejero es alguien que guía a otros por medio de la palabra ya sea de amonestación, o de exhortación. Cristo dijo de sí mismo: “mis palabras son Espíritu y son Vida”. Y también dijo “el que oye mis palabras y las guarda le compararé a un hombre sabio que fundó su casa sobre la roca” (Mateo 7). Así que porque no pensar en Cristo como ese “Maravilloso Consejero” que tal cual lo declaró el Apóstol Pedro dijo “solamente tú tienes palabras de vida eterna”.
Isaías 9:6.
Abogado (1 Juan 2:1), Consolador (Juan 14:16), consolación de Israel (Lucas 2:25), intercesor; mediador (1 Timoteo 2:5).
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Juan 1:1).