38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul.
38 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: en todas las generaciones venideras harán borlas al borde de su ropa y las atarán con un cordón azul.
38 Dirás esto a los israelitas: Háganse flecos en los bordes de sus vestidos, y esto de generación en generación. Pongan en los flecos un hilo de púrpura violeta.
38 Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos,° por sus generaciones, y que en cada fleco de los bordes pongan un cordón de azul.
38 'Di a los israelitas que ellos y sus descendientes se hagan flecos en los bordes de sus vestidos y que pongan un hilo de púrpura violeta sobre los bordes.
Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los admire. Por eso escriben frases de la Biblia en papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para que la gente piense que son muy obedientes a Dios.
En el camino, pasaron por donde estaba una mujer que había estado enferma durante doce años. Su enfermedad le hacía perder mucha sangre. Al verlos pasar, la mujer pensó: «Si tan solo pudiera tocar el manto de Jesús, con eso quedaría sana.» Entonces se acercó a Jesús por detrás y tocó su manto.